Una vela más.
Otro año que ha salido volando por la ventana. Acabo de leer el post de los 7 y me emociono viendo tu evolución. Has sido capaz de torear lo malo y crecer en lo bueno.
En casa tenemos una tradición… el día antes del cumple hacemos un repaso de todas las cosas buenas que ha conseguido durante el año y llenamos de buenos deseos al niño que se va a despertar (como si fuera un niño totalmente distinto, rollo mariposa jajajaja).
El año pasado, la noche del 12 de octubre, le dimos las gracias (al Edu de 7) por ser tan cariñoso, empático y dulce. Valoramos lo bien que jugaba sólo (sin tablet), lo divertido y generoso que era… y, juntos, deseamos que el niño de 8 manejara mejor los sentimientos, que se atreviera a hacer cosas nuevas y que, de paso, mejorara la letra…
Esta noche ha sido emocionante. Hemos aplaudido y bailado porque el niño del que nos despedíamos había cumplido con creces la lista de deseos. Lástima no haberte hecho un vídeo de tu cara de felicidad y risa orgullosa…
Eduardo de 8: has sido un regalo. Te has tirado de los toboganes más grandes (1 vez, sin repetir, pero ¡lo has hecho!), montado a caballo y escalado rocas que ni yo me atrevía. Has buceado con medusas, acercado a las abejas y bajado en bici cuestas sin frenos (leído así parece que lo ha hecho rollo Thor… y no ¿eh? lo ha hecho con miedo y dudando, pero feliz por intentarlo) Te has caído y vuelto a levantar. Y, todo eso, con una letra preciosa… Cuando dentro de tu cuerpecito hay demasiadas emociones eres capaz de ordenarlas y explicarte. Respirando, tranquilo. Aún te sientes perdido a veces, pero poco a poco lo estás consiguiendo. A ver si ganamos un poco en seguridad 😉 Sigues siendo precavido y te dan miedo las cosas nuevas, pero lo intentas sin que te insista 😉
Este año has aprendido a ir en bici, a hacer postres y a tirarte de cabeza. Te encantan las matemáticas, los Superzings, Lego Batman y el Zelda. Sigues pidiendo que te de la mano cuando paseamos por la calle y eres el primero en darse cuenta si vengo de la pelu o estreno algo nuevo. Casero, cariñoso y obediente. Sensible. Empático.
Este ha sido un año complicado en muchos aspectos y puede que hayas sido el que mejor se ha adaptado a todos los cambios. Para ti el confinamiento ha servido para estar más tiempo juntos, poder estar con el pijama sin que te riña y ver mil pelis tumbados en el sofá.
El día a día no deja que nos paremos a pensar en lo cotidiano… y me da rabia.. porque cariño… eres excepcional y debería ser consciente y agradecertelo cada día. Contigo aprendí a ser madre y a que lo más importante que te puedo dar es tiempo.
Al de 9 sólo quiero pedirle que siga como hasta ahora.
Te quiero hasta la luna y volver (y volver a ir).
Mamá