Aún no entiendo cómo hemos llegado a este punto, nos (autoim-)ponemos reglas, normas, cánones de belleza, barreras (…) que impiden ser quien realmente somos. Hay días, como los de hoy, que veo todo con claridad. Sin niebla, sin viento ni piedrecitas de esas diminutas que se meten en los ojos. Estamos en este mundo para ser felices. Que frase más obvia, más plana, pero que complicada al fin y al cabo. He llegado a un punto en mi vida que creo que lo he conseguido. Tengo la suerte y de haber nacido en la mejor familia. Se cruzaron en mi camino profesores que supieron dar alas a mi imaginación, maestros que entendieron mi carácter y me enseñaron a creer en mí. Amigos de la universidad que se convirtieron en mi familia y un chico que consigue simplificar los problemas hasta un punto que me evade. Tengo el privilegio de formarme (mucho) en mi vocación. Me licencié en la profesión más bonita de todas que, aunque como carrera cambiaría muchas cosas, como rutina de vida me enamora. 15 años después sigo estudiando, practicando y dedicando gran parte de mi tiempo libre a empaparme de lo que me rodea. Igual eso hace que ser feliz sea fácil. Hace mucho leí una frase en una pared y desde entonces la he hecho mía… «Si algo no te gusta de tu vida, cámbialo». Así de sencillo. Así de simple.
Vivo convencida de que a la gente buena le pasan cosas bonitas, que de buena a tonta no hay un paso y que somos nosotros los que nos complicamos la vida. Con buena salud, ganas y esfuerzo se puede conseguir casi todo.
No hay que estar felices; hay que serlo. Mucha gente ha influido (bien y mal) en mi vida pero, sin duda, hay dos que destacan sobre todos los demás. Reconozco que no soy una persona fácil, sobre todo en la adolescencia… tengo un carácter algo huracanado y de mecha corta, pero mis padres siempre supieron torear el temporal. Creo que el Karma me ha reencarnado en mi hija, para que ahora aprenda a ser paciente con ella, espero saber ayudarla como hicieron ellos conmigo. Creo (estoy segura) que debo muchas cosas a mis padres, pero sobre todo, saber ver la vida cómo la veo.
Estamos en esta vida para ser felices. Así de simple.