«La naturaleza nos da su belleza y nuestras manos la ponen guapa
para una larga vida entre nosotros». Conalma Design
Mi padre siempre me decía: “Siembra Almu, siembra. Sólo así recogerás en el futuro. Siembra lo que quieras, que nunca sabes qué vas a necesitar…”
De pequeña no tenía muy claro a qué se refería… ¿sembrar papá? ¡Pero si lo que yo quiero es escribir! (o fotografiar o diseñar, o bla bla bla)… Ahora lo entiendo. TODO (todo y todo) lo que hicimos, forma parte del ahora. Hoy somos quién somos, estamos donde estamos y vamos hacia donde vamos por decisiones del pasado. Ains papá… aunque en su día no entendía muy bien qué tenía que ver el campo con mi futuro, hoy te doy las gracias por haber sembrado en mi la semillita de la curiosidad, de las ganas de más y del disfrute del camino.
Vaya rollo ¿no? Pero caaalmaaa, todo tiene sentido 😉
Ayer fuimos a Consell. A casa de Álvaro. Un catalán, que ha vivido en Madrid, Barcelona y Londres… Un chico cosmopolita de campo. Sencillo, amante de los detalles, de la buena comida, de la fe y de la familia. Nos recibió con la puerta (y el alma) de par en par. Con la familia en casa, mesa preparada, delantal en mano y con ganas de echarse 4 Risas con nosotras.
(Haz click en el vídeo para conocerle un poco más!)
Él sembró idiomas, gastronomía, publicidad, creatividad… y recogió todo lo que la naturaleza le dio. Estudió en la Escuela de Hosteleria de Barcelona, trabajó con cocineros como Sergi Arola y Martín Berasategui. Ha trabajado codo con codo con Andrés Morte, cofundador de «La Fura dels Baus». Desarrolló varios documentales de valor social, videoclips, cortometrajes y programas gastronómicos en Inglaterra; y, ahora, trabaja la piedra y madera para dar una segunda oportunidad a muebles, árboles y materiales.
Cambió su trabajo, la ciudad, el ruido, los taxis y el sushi, por una casita de campo, dos hijos, horas y horas en el taller preparando la madera. Cambió las cañas por conversaciones con Dios. Sí. Con Dios. Porque le da paz, fuerza, y luz. Así de fácil. Así de sencillo.
-Después de vivir en ciudades grandes, trabajar con cocineros importantes o realización audiovisual… ¿cuál es tu mejor proyecto? El más importante, o del que te siente más orgulloso?
– De mi familia. Sin duda. El diseño pasa, la comida tb… pero la familia siempre queda.
Supongo que él sembró durante muchos años… dice que porque es un chico inquieto, pero creo que la vida te lleva donde tienes que ir… que las cosas no llegan por casualidad o porque sí… Sino con esfuerzo, trabajo duro y valor. Porque cambiar de ciudad no es fácil, probar trabajos distintos tampoco… pero liarte la manta a la cabeza, dejarlo todo y venirte a un pequeño pueblo a darle una segunda oportunidad a árboles caídos es de valientes. El hecho de trabajar con lo que nos rodea, volver a las raices y respetar el entorno hace que de verdad encuentres un poco de paz interior… Y es que cuando hablas con él te das cuenta de que a veces la vida es más sencilla de lo que te imaginas. Que somos nosotros los que nos ponemos metas raras, sin darnos cuenta que la felicidad no es tener sino hacer. Es estar con la familia, encontrarse bien con uno mismo y seguir tu camino.
Álvaro es agradecido. Con nosotras, por su pasado, por sus hijos… pero sobre todo por su mujer. María Antonia. A la que quiere, admira y confía. Es una familia bonita. De esas que se dan besos, caricias y se miran con complicidad. Dejan a Marc (3 años) jugar a su aire, con la tierra, la bici, las burbujas o lo quiera. Le enseñan a respetar, a tener curiosidad, a pintar con los dedos o a guarrear con la tierra. Le dejan ser un niño feliz. Siempre con respeto y no le gritan: ¡deja de hacer eso! ¡no manches! ¡no toques!. No. Le dan alas, que por algo tiene 3 años.
¿Quieres más fotos? Te dejo una galería llenita aquí.
Como siempre ésta es sólo mi versión. Si quieres saber cómo lo vivió Elena haz clic aquí. Me hace gracia cómo siendo amigas desde pequeñas, con los mismos estudios y un entorno similar, siempre vemos entrevistas distintas… 🙂
De cada «4Risas 2 Versiones» me llevo algo a casa… Con Rafa del Claxon, me llevé la ilusión de hacer lo que te gusta, con Neus de Nucli las ganas de hacer un mundo mejor… y de la de Álvaro me llevo la importancia de estar bien con mi YO presente. No sé dónde me llevará este proyecto, pero como «todo vale y cuenta» estoy segura que sea donde sea merecerá la pena. Por lo pronto me llevo 4 Risas, conocer gente estupenda y estar un rato haciendo lo que más me gusta: contar historias de gente que un día se pusieron el mundo por sombrero y siguieron su camino. La felicidad es de los valientes, la suerte no existe y el trabajo duro siempre va de la mano de la satisfacción personal.