Para el despistado que no sabe de qué va, que se lea ESTO
hoy: 2. Eres tonto, pero no pasa nada.
Hace poco fuimos a un chiquipark (de esos que sólo cuando eres padre (y llueve) te parece un planazo) con varios niños del barrio. Nos sentamos al lado de un niño al que le faltaba una mano. Cuando el hijo de un vecino se dio cuenta estuvo «en shock» y pensé en lo importante que era que mi hijo no viviera en la pequeña burbuja que, sin querer, hemos creado a su alrededor… así que desde ese día intento mostrarle sitios y gente diferente. Hacerle ver que no hay un bien y un mal absoluto (no hablo de ética ni de valores ¿si?) Le enseño que hay niños que tienen 2 mamás o 2 papás o sólo uno. Que hay gente muuuuuy alta y otros más bajitos. Y que no pasa nada. Que estamos en esta vida para ser y hacer felices a los demás y que no importa si eres guapo o feo, que lo importante en este mundo es ser bueno, no mentir y respetar a los demás. Aprovecho el tirón para quitarles la manía de llamarse feo el uno al otro… (Para ser sincera E (casi 4) se lo dice a G (casi 3 años) y ella se lo repite sin darle mucha importancia). Así que tiro de psicología barata y les doy una charla muuuuy larga, dando un rodeo muuuuy largo que termina con la frase que ser feo no es un insulto… ya que en este mundo hay de todo y que ser guapo o feo no es importante (ejem, ya me entendéis ¿si?)
Con pocas cosas disfruto más que escuchándoles cuando no saben que lo hago. El sábado me envalentoné a vaciar los armarios mientras ellos estaban jugando en el salón
E: agh! Gabi, dame eso!!!! ains!! eres tonta!
G: no pasa nada, si eres tonto, no pasa nada.
E: sí que pasa!! eres tonta! y fea!
G: que noooo, que si eres tonto y feo no pasa nada. A demás, nosotros tenemos mucha suerte porque somos guapos y listos.
E: es verdad! muy guapos. Pero yo más.
G: y papá.
y siguieron jugando. Así, sin más.